La crisis de los chips

Consecuencias de esta crisis

Este parón tuvo su causa en el confinamiento que se decretó en casi todo el mundo, lo que produjo, como es normal, la bajada de ventas en vehículos, por lo que las fábricas tuvieron que reducir sus pedidos, para no encontrarse con almacenes llenos sin poder utilizar.

A esto le sumamos, que durante la misma época, la demanda de dispositivos de recreo y trabajo, como fueron los teléfonos móviles, los ordenadores o las consolas, representó un aumento espectacular con relación a periodos anteriores.

La demanda que se produjo durante los confinamientos de todo el mundo, multiplicó la venta de este tipo de dispositivos, lo que provocó que las fábricas tuvieran que reestructurar sus sistemas para producir este tipo de chips.

Para dar salida a todos los dispositivos que se estaban produciendo, las grandes empresas utilizaron todos los recursos para la producción de estos chips, diferentes que los de automóviles.

Una vez acabado el confinamiento, no se esperaba que los consumidores comenzaran a fijarse en el mercado del automóvil y comenzaran las ventas de este producto.

Es cuando los fabricantes de automóviles se dan cuenta de que la producción, antes parada, no va a ser capaz de cumplir con la demanda de los consumidores con las reservas que tienen, y por lo tanto, comienzan a solicitar de nuevo la fabricación de los chips necesarios.

Pero, obviamente, los fabricantes están ocupados intentando satisfacer la demanda para el resto de fabricantes y no pueden parar su producción, por lo que el sector automovilístico tiene que ponerse a la cola para recibir sus productos.

Aunque no solo es el sector automovilístico el que se ve afectado. El resto de sectores comprueban que la capacidad de producción de las fábricas, que no son capaces de absorber tanta demanda, por lo que comienzan los retrasos en la entrega final al consumidor.

Este ejemplo lo tenemos, en un primer momento, con los dispositivos de Apple, que fueron lanzados antes de finalizar el 2019, como son el Iphone SE o el último Ipad Pro, y que vieron mermada la cantidad que pudieron entregar a los compradores.

Algo parecido ha ocurrido las pasadas navidades, con el lanzamiento de la consola de Sony, la PS5, la cual se quedó sin stock, amén de la gran demanda de este producto en su lanzamiento. A día de hoy, aún no ha podido volver a sacar la consola al mercado, aunque sí que se puede obtener en pre compra, debido a la falta de chips en su producción.

La geopolítica también influye en esta crisis

Y es que no solo la falta de material, que también tiene su parte, hace que se genere un cuello de botella en la producción y envío del producto. En este caso estamos hablando de la falta de estrato de resina (ABF), fundamental a la hora de construir las piezas, ya que se utilizan como aislante en los circuitos.

Y cuando nos referimos a que la geopolítica también influye, estamos hablando de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. El gigante asiático es el mayor productor de semiconductores del mundo, por lo que podemos decir que tiene la sartén por el mango.

Pero las empresas de Estados Unidos son uno de los principales compradores de este tipo de componentes, por lo que los vetos realizados por el expresidente Trump a las relaciones comerciales con China han provocado que esta crisis se vea aumentada.

De hecho, los presidentes de grandes empresas ya se han puesto en contacto con la nueva administración que gobierna Estados Unidos, precisamente solicitando el poder traer las piezas necesarias y levantar el veto impuesto.

A estas alturas, todos los fabricantes de chip, a pesar de esta crisis de los semiconductores que estamos viviendo, están frotándose las manos, ya que lógicamente, el encarecimiento del producto va a dejar unos grandes beneficios a este mercado.

Pero si lo que necesitáis son componentes para vuestros equipos, donde os podemos asegurar que no va a faltar stock, lo podéis encontrar en nuestra web. ¿Cómo crees que nos afectará estar crisis a nosotros como consumidores?